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Es una disputa por el poder, la hegemonía del crimen. El estado soporta todo el tráfico, pero estos traficantes necesitan «caminar sobre la línea».
Soy brasileño y creo que este caos fue consecuencia de una serie de acciones sociales y de seguridad impulsadas por el gobierno brasileño en los barrios marginales de Río de Janeiro en los últimos años. En medio de esos barrios marginales se están construyendo escuelas, hospitales, estaciones de metro, comisarías y finalmente esta población se está incorporando a la sociedad. Muchos barrios marginales que solían ser una verdadera zona de guerra ahora son completamente pacíficos. Los traficantes de drogas están desesperados porque están perdiendo su poder. La guerra civil es simplemente limpiar calles durante unos años, matar a decenas de criminales, decenas de personas inocentes y extender el poder del gobierno sobre nuestras vidas. La gente de los barrios marginales seguirá siendo pobre, segregada y abusada por los traficantes de drogas y la policía.
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Esperamos que nuestra policía esté bien educada y mejor pagada, para que pueda tratar a los pobres como seres humanos también. El problema es el gobierno, a ellos no les importa para nada la población, ¿sabes por qué finalmente pusieron tanques y ejército, infantes de marina, policía y swat? Porque probablemente se mete en los bolsillos de algunos políticos y los traficantes decidieron no pagarles como probablemente estaban acostumbrados. Lamento que algunos de nosotros pensemos mal de su país.
- ¿Alguna vez has puesto un pie en una favela?
- Hablar de “guerra contra el tráfico” no es correcto.
- Lo que hace la policía en los barrios de chabolas no lo hace en ningún otro barrio residencial.
- Si es así, sabes que en la favela la mayoría de la gente es de piel oscura, y en una universidad la mayoría de la gente no lo es, y ese es solo un ejemplo.
Por supuesto que hay muchos problemas en todas partes y está lejos de terminar. Pero solo quejarse y acusar a la policía de no hacer nada útil para la población es una tontería de personas que no tienen absolutamente ningún contacto con la realidad de los pobres de Río. Como en Estados Unidos, esta «guerra contra las drogas» también fracasará.
Guerra contra las drogas en Río
Éste es el RJ y la ciudad tiene sus peculiaridades. Brasil es enorme, más grande que Estados Unidos sin Alaska, tiene una población de 190 millones de personas, distribuidas en 8 millones de oraciones-catolicass.com kilómetros cuadrados. El RJ tiene 5 millones de habitantes y está ubicado en uno de los estados más pequeños. Todos los países tienen las ciudades más violentas y otros menos, no es raro.
Si está en contra de las drogas, ataque a la industria farmacéutica. Podemos tener problemas con las drogas, pero tú tienes problemas con la religión. Tu gente todavía vive en castas, lo cual es una especie de esclavitud. Otra cosa que hay que desmitificar es la idea de que Brasil es lo que se muestra aquí en las fotos.
Pero pronto volverán a levantarse con la ayuda del estado. Para que los juegos olímpicos puedan suceder y todas las personas que apoyan esta situación no pierdan el dinero invertido.
La policía en Brasil es extremadamente violenta, especialmente en Río. Y muchas veces gritarán y lastimarán a personas que no tienen nada que ver con ningún delito, porque no se toman el tiempo para investigar.
Las drogas y el tráfico son solo síntomas de un problema mucho mayor. Las personas pobres con falta de educación y oportunidades limitadas obtendrán resultados similares dondequiera que vayas. Legalizar las drogas no resolverá esto, arrestar ideasde-negocios.com a más personas no resolverá esto. Aborde los problemas centrales y desarrolle programas que empoderen a los pobres para que tengan una vida mejor para ellos y su comunidad, y creo que tendrá la oportunidad de cambiar esta situación.
Vivo en Río y en Canadá y respeto a las personas de todo el MUNDO. Cuando veo barrios marginales como este, me pregunto por qué la gente sigue trayendo bebés a ese mundo. La gente tomará drogas aun así, no importa si tratamos de prohibir. Y si crean problemas, llévelos a la cárcel, eso es todo. Necesitamos regular otras drogas, como ocurre con el alcohol y el tabaco. Los barrios bajos están llenos de gente feliz, trabajadores, luchando por la vida, gente llena de esperanza y solidaridad.